Si trabajas en hotelería, sabes que diciembre tiene dos caras: la alegría de ver el hotel lleno y el terror silencioso de que algo salga mal durante el Año Nuevo.
Es la fecha crítica. El huésped llega eufórico, con prisa, exigiendo su habitación ya, y cualquier error (una reserva perdida, una habitación sucia o una espera de 20 minutos) se convierte en una mala reseña inmediata en TripAdvisor o Google.
¿Sientes que este año vas a correr apagando incendios? Respira. Aquí tienes una estrategia de 3 pasos para blindar tu operación antes de que suenen las 12 campanadas.
1. El enemigo número uno: El “Overbooking Fantasma”

No hay situación más incómoda que tener a una familia en el lobby con maletas y decirles: “Disculpe, no encuentro su reserva” o “El sistema (o el cuaderno) falló”.
El overbooking suele ocurrir porque no se cerraron los cupos a tiempo en las OTAs (Booking, Expedia) mientras se vendía por teléfono o WhatsApp.
✅ La Solución: Si todavía usas Excel, centraliza todo YA. Dedica una mañana entera a cruzar tus reservas de WhatsApp con las de las plataformas online. Si usas un sistema como Xafiro, relájate: el Channel Manager ya lo hizo por ti, bloqueando automáticamente la disponibilidad en todos los canales al mismo tiempo.
2. Agiliza el Check-in (La regla de los 3 minutos)
El huésped de Año Nuevo viene a celebrar, no a llenar papeles burocráticos durante 15 minutos en tu mostrador. Una fila larga en recepción es la primera señal de un hotel desorganizado.
✅ La Solución:
Pre-registro: Contacta a tus huéspedes 2 días antes por WhatsApp. Pídeles la foto de su DNI y datos de facturación antes de que lleguen.
Kits listos: Ten las llaves magnéticas (o físicas) preparadas con el número de habitación asignado desde la mañana.
Automatización: Con un software hotelero, escanear el documento y asignar la habitación toma segundos, no minutos.
3. Cuentas claras, amistades largas (y cajas cuadradas)
En la fiesta de Año Nuevo hay mucho consumo: corchos libres, cenas, tragos en el bar, late check-outs… Si todo eso se anota en comandas de papel, es muy probable que el 30% se pierda o se olvide cobrar al momento del check-out. Eso es dinero directo a la basura.
✅ La Solución: Carga los consumos a la habitación en tiempo real. No esperes al final del turno. Instruye a tu equipo para que cada botella de agua o servicio extra se registre en el sistema al instante. Así, cuando el huésped pida la cuenta, todo estará ahí, sumado y listo para facturar sin discusiones.
Conclusión: La tecnología es tu mejor recepcionista
El Año Nuevo es para facturar más, no para sufrir más. Si sientes que tu equipo pasa más tiempo peleando con el Excel que atendiendo al huésped, es momento de cuestionar tus herramientas.
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