El fin del Mes Morado, el Día de Todos los Santos y el feriado tradicional (Halloween/Día Criollo) crean el fin de semana de mayor reto operativo del año
Hoy, 31 de octubre, no es solo el Día de la Canción Criolla. Es el inicio del fin de semana largo más complejo y, a la vez, más rentable del último trimestre para la hotelería peruana.
A diferencia de otros feriados (que son solo de descanso), este fin de semana es una “tormenta perfecta” que combina tres tipos de turismo masivo que ocurren al mismo tiempo.
Para el gerente de un hotel o un hostal, esto significa una ocupación total garantizada, pero también el mayor reto operativo del año. Analicemos por qué.
El Triple Impacto: Fe, Tradición y Descanso
1. El Peregrino (Fe): El Mes Morado llega a su fin. Miles de fieles de provincia y del extranjero viajan a Lima para las últimas grandes procesiones del Señor de los Milagros. Este es un turismo que se mueve en familia, busca ubicaciones céntricas y valora la seguridad y la facilidad de acceso.
2. El Viajero por Tradición (Tradición): Simultáneamente, el 1 y 2 de noviembre se celebra el Día de Todos los Santos. Esto genera un éxodo desde Lima hacia ciudades de la sierra como Junín, Ayacucho o Cusco, donde las familias visitan cementerios y celebran con las tradicionales “Tanta Wawas”. Este es un turismo vivencial y 100% familiar.
3. El Turista de Ocio (Descanso): Finalmente, está el viajero que simplemente aprovecha el feriado para una escapada. Es el público del “Día de la Canción Criolla” o “Halloween” que busca destinos cortos como Paracas, Ica, Cieneguilla o el norte chico. Buscan diversión, paquetes y buenas ofertas.
Lo que estamos viendo es la convergencia de tres perfiles de viajero distintos:
El Verdadero Reto: De la Ocupación Total al Caos Operativo

Para un hotel PYME, tener estos tres tipos de huéspedes al mismo tiempo es un desafío logístico enorme. El riesgo de que la operación colapse es alto.
El problema no es llenar las habitaciones, el problema es gestionarlas.
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El Riesgo #1: El Overbooking. Con tanta demanda de última hora, el riesgo de vender la misma habitación por Booking, por teléfono y por la web al mismo tiempo es máximo.
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El Caos del Check-in: No es lo mismo recibir a un viajero de negocios que a tres familias numerosas (el perfil del turista religioso/tradicional) al mismo tiempo. Las colas en recepción pueden arruinar la experiencia antes de que comience.
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Errores en las Cuentas: Gestionar los consumos extras (restaurante, bar, tours) de tantos perfiles de huéspedes distintos con un Excel o un sistema manual es la receta perfecta para errores de facturación y quejas en el check-out.
En un fin de semana como este, la diferencia entre un negocio rentable (con reseñas de 5 estrellas) y uno desastroso (con quejas en INDECOPI) no está en el precio de la habitación: Está en la organización.
La capacidad de un hotel para gestionar la alta demanda con una operación fluida, ágil y sin errores es lo que define el éxito. El turista de hoy puede perdonar una habitación pequeña, pero nunca un check-in caótico o un error en su factura. La eficiencia operativa ya no es un lujo, es la base de la hospitalidad moderna.



